¿Es legal o no echar a los okupas de una propiedad privada?

En España, la ocupación ilegal de viviendas, conocida como "okupación", es un tema de gran debate y ha sido objeto de diversas reformas legales para abordar el problema. La legislación española intenta equilibrar la protección de la propiedad privada con los derechos de las personas que puedan encontrarse en situación de vulnerabilidad.

El problema de la okupación ha empeorado en los últimos años con la crisis económica, y muchos propietarios se preguntan cómo deben actuar para echar okupas de su casa. La mayoría de ellos desconocen la normativa aplicable a este tipo de situaciones y no saben cómo actuar cuando encuentran su vivienda ocupada.

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La legalidad en el desalojo de okupas es crucial por diversas razones que abarcan aspectos jurídicos, sociales, económicos y humanitarios. La Constitución Española y otras normativas internacionales garantizan el derecho a la propiedad privada. Estudiar la legalidad del desalojo de okupas es esencial para proteger este derecho y asegurar que los propietarios puedan ejercer libremente el control sobre sus bienes. En contraste, también se reconoce el derecho a una vivienda digna. La okupación a menudo surge como una respuesta a la falta de vivienda asequible, por lo que es importante equilibrar ambos derechos y encontrar soluciones justas.

La claridad en las leyes y procedimientos proporciona seguridad jurídica tanto a propietarios como a okupas. Un marco legal claro y justo ayuda a prevenir abusos y asegura que todas las partes entiendan sus derechos y obligaciones.

Asegurar que los desalojos se realicen de manera justa y respetuosa con los derechos humanos es fundamental. La legalidad en estos procedimientos garantiza que no se vulneren los derechos de ninguna de las partes involucradas y que se mantenga un enfoque ético en la resolución de estos conflictos.

Los okupas son muy astutos y no actúan hasta no estar seguros de su decisión. Cuando deciden okupar una propiedad, la vigilan durante unos días para comprobar que nadie la habita. Después, entran, y lo primero que hacen es cambiar la cerradura. Una vez establecidos, limpian la vivienda, la acondicionan y se empadronan para aparentar una estadía de más de 48 horas por si llega la policía. El proceso de desalojo de los okupas se vuelve más complicado si entre estos hay menores de edad o embarazadas.

Evita utilizar técnicas inapropiadas por tu cuenta para que se vayan de tu casa. No pienses en cambiar la cerradura cuando salgan de la vivienda en algún momento. Según la ley, los okupas tienen derecho a la propiedad si llevan en ella más de 48 horas. Así que la acción de cambiar la cerradura puede ser incluso denunciada por los okupas, y si esto sucediera podrías verte involucrado en un proceso legal en tu contra.

Si estás pensando en entrar a tu casa con tus propias llaves, en caso de que aún no hayan cambiado la cerradura, ya puedes ir descartándolo. Lo mejor es utilizar la vía pacífica, intentar llegar a un acuerdo para que se vayan, pero si no lo consigues antes de 48 horas, los okupas te pueden denunciar por allanamiento de morada, te parecerá raro pero es completamente legal. Hay propietarios que se desesperan, se ponen nerviosos ante la situación y llegan a amenazar a los okupas, esto es sancionable porque estarías maltratando a los okupas.

En ocasiones, también podemos pensar en dejarles sin los suministros básicos, para que se sientan incómodos y se vayan. Pero esta determinación, desde el punto de vista legal y aunque seas el propietario, se considera como que estás usando la violencia para echar a los okupas, y esto es denunciable.

Es lógico pensar que cuando alguien entra a una casa que no es suya, está haciendo algo ilegal y que debería ser fácil echarlo. Sin embargo, no es así, porque el propietario de la vivienda ocupada también se tiene que enfrentar a una situación complicada. Es fundamental entender que echar okupas a la fuerza no es la mejor solución, más bien todo lo contrario, porque conlleva más problemas si cabe. En estas situaciones, hay que ser más listos y mantener la calma. Echar okupas a las malas, sin avisar a la policía, o retirarles los suministros esenciales como agua, luz, o gas, no les va a obligar a que se vayan.

Cabe recordar ahora que en el Código Penal se establece que cualquier tipo de acción que suponga poner en peligro la integridad de las personas es sancionable, y aquí se incluyen a los okupas que entran en una vivienda de forma ilegal. Por tanto, echar okupas a la fuerza no resuelve nada y encima podría acarrear multas o incluso penas de prisión. Por lo tanto, lo mejor es seguir la ley para echar okupas.

Volver de vacaciones y encontrar tu casa ocupada por desconocidos es una situación muy desagradable, pero lo mejor es no dejarse llevar por los nervios y seguir lo que marca la ley para no agravar más la situación. Ocupar una vivienda vacía no es tan difícil como piensas, y es recomendable actuar de inmediato, es decir, en el mismo momento que te enteras que el okupa está entrando en tu vivienda debes denunciar. Si dejas que pasen más de 48 horas desde que acceden a tu casa, tendrás que pasar por un juicio para poder echar a los okupas. En cambio, si la policía descubre a los okupas en el mismo momento en el que están intentando forzar la puerta, pueden proceder a su desalojo. Por eso, es vital comprar una puerta anti okupas e instalarla en casa, ya que los okupas pasarán mucho tiempo intentando abrirla y eso te dará tiempo para denunciar la situación lo antes posible.

Si dejas que pasen las 48 horas desde que han entrado a tu propiedad  o consiguen cambiar la cerradura, habrá que echarlos sin remedio a través de un procedimiento judicial. Por tanto, lo primero es llamar a la policía lo antes posible para poder demostrar que la vivienda ha sido ocupada ilegalmente en menos de 48 horas, de esta manera los agentes podrán desalojarlos si consiguen entrar en la vivienda. Pero, recuerda que para echar okupas antes de 48 horas, es necesario denunciar inmediatamente a la policía la situación.

No hace mucho, en concreto dos años, se aprobó una nueva ley para recuperar una vivienda ocupada ilegalmente, se llama Ley de Desahucio Exprés, que en verdad es una modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Esta modificación permite resolver la situación de manera mucho más ágil por la vía civil. Pero, para aplicar esta nueva normativa anti okupas hay unos requisitos a cumplir, solo es para personas físicas, organizaciones sin ánimo de lucro y entidades públicas que sean propietarias de una vivienda social. Las entidades financieras tendrán que recurrir a la vía penal que es más lenta.

Para comenzar este procedimiento de echar a los okupas por la vía civil, es preciso denunciarlos y solicitar en la misma denuncia la devolución inmediata de la vivienda. El juez dejará un margen de 5 días para que los demandados puedan responder y presentar algún documento para demostrar que tienen derecho a habitar en la vivienda, puede ser un contrato de alquiler o de cesión. Pedir expresamente la devolución inmediata de la vivienda es muy importante para evitar que los plazos sean más largos.

Si los okupas no contestan o no demuestran su derecho a permanecer en la vivienda, el juez emitirá un auto para desalojar de inmediato a los okupas.

Es fundamental entender que echar okupas a la fuerza no es la mejor solución, más bien todo lo contrario, porque conlleva más problemas si cabe. Hay que recordar ahora que en el Código Penal se establece que cualquier tipo de acción que suponga poner en peligro la integridad de las personas es sancionable, y aquí se incluyen a los okupas que entran en una vivienda de forma ilegal. Lo mejor es seguir la ley.

Es crucial encontrar un equilibrio justo entre el derecho a la propiedad privada y el derecho a una vivienda digna. Las leyes y políticas deben asegurar que los propietarios puedan proteger su propiedad sin vulnerar los derechos humanos de las personas en situación de vulnerabilidad.